¿Qué es?
A pesar de que a la mayoría de la gente les gusta el calor y la luz del sol, la exposición excesiva al sol puede dañar considerablemente la piel humana. El calor del sol seca las áreas externas de piel desprotegidas y reduce el suministro de aceites lubricantes naturales de la misma. Además, la radiación ultravioleta (UV) del sol puede producir quemaduras y cambios a largo plazo en la estructura de la piel.